Ser madre es una tarea diaria que demanda tiempo, constancia, dedicación, entrega, pero, sobre todo, de amor. Ese sentimiento incondicional que solo los hijos pueden generar, transformando corazones, personas y vidas. Como nos cuenta le ocurrió a Paola Mautino, campeona sudamericana y récord nacional de salto largo; madre de Victoria, la niña de un año que llena sus días de múltiples emociones.
“Antes vivía para mí, tenía tiempo libre y hacía cosas que actualmente ya no puedo, pero creo que vale totalmente la pena. Siempre quise ser mamá, lo planifiqué y se dio en un excelente momento”, comenta Paola con la convicción de manejar muy bien sus tiempos para vivir a plenitud sus ámbitos familiar y deportivo.
Pese a las diversas tareas que implica su nueva faceta como madre, nunca pensó abandonar el atletismo, aunque refiere que mucha gente creyó que no podría con ambos roles.
“Lo bueno es que he podido volver a entrenar y a veces la traigo también a ella (su niña). Mucha gente pensó que al tener un hijo ya no iba a seguir entrenando, no iba a seguir compitiendo. Sé que muchas personas han dicho que estaba de bajada. Es un prejuicio, es discriminatorio”, refiere, enfatizando en que las madres deportistas también pueden ser excluidas, discriminadas en el ámbito laboral, pero hay que enfrentar las adversidades.
“El sistema te pone a un lado por ser mamá, pero debemos ponernos fuertes. Es difícil porque tenemos la balanza más inclinada hacia el otro lado. Tenemos que ponernos de pie todos para cambiar las cosas, que la gente tenga más empatía”, añade.
Por todo lo expuesto, Paola Mautino, no esconde su admiración por las madres deportistas y por todas aquellas que son profesionales, que trabajan fuera y también en casa.
“Las admiro muchísimo. Conozco a algunas y ahora las entiendo. Es admirable poder hacer tanto a la vez. Trabajan y se dedican a su casa. Es una labor que hay que reconocer siempre. No hay palabras para describir el amor de una madre. Solo cuando lo vives lo puedes entender”, resalta, agradeciendo especialmente a su mamá, destacando que “sin ella no podría hacer todo lo que hace”, que ha sido su apoyo desde niña a la actualidad.
Carrera sin límites
Paola, quien logró su marca más importante en los Juegos Odesur del 2018 (6,66 metros), tiene en su hija esa motivación para ser mejor, ese impulso para superar sus metas y así, viene entrenando en el que ella considera “el mejor estadio de atletismo”, ubicado en la sede Legado Videna, con miras al Gran Prix Sudamericano de Atletismo que se desarrollará en Bolivia, el próximo 04 de junio. Asimismo, participará en el Campeonato Nacional de Atletismo, el 19 de junio.