Un diagnóstico tan abrumador como el del cáncer, afecta directamente a la familia del paciente, en especial si es un niño el que ha sido diagnosticado. La rutina familiar y las dinámicas en general sufrirán cambios drásticos que deben ser afrontados de la mejor manera, ya que lo que el paciente escucha y ve está directamente relacionado con su proceso de tratamiento.
«Los pacientes y sus familias, de alguna u otra forma, se ven afectados por el diagnóstico. Muchos de ellos deciden acudir en búsqueda de ayuda psicológica en estas situaciones, ya que requieren de mucha orientación para sobrellevar los problemas y controlar mejor el estrés y otras emociones que puedan surgir», afirma Flavia Vilca Herrera, psicóloga de Magia.
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